Alta María de los Ángeles
En el extraordinario otoño de tu exilio
allí donde sólo puedes cosechar estrellas
tus manos son praderas y van
por un camino de riberas despobladas
Eres (soy) siglos buscando
aquellos fuegos encendidos
alguna vez en tus ojos
y apagados
(es tu voz en mi noche
un misterio)
Enterrada mil tiempos
entonas cantos de aves nocturnas
y vas
cada amanecer por la ruta de los vientos
extraviada
y mis ojos
(huérfanos)
indagan las sombras que te habitan
vacío enorme
rastro de silencio
Y aún así es extraño y mágico
el saberte más allá de la vidriera
Una sonrisa
Alta María de los Ángeles
te busco huérfano
más allá de la vidriera
Frans Gris
6 de junio de 2012
Santiago de Chile